En el condado de Essex, Inglaterra, una madre se sorprendió cuando le cambió el pañal a su hijo de 10 meses. Becky Styles, de 24 años, notó que algo andaba mal con el bebé y notó un gran agujero rojo oscuro en el techo de la boca del pequeño Harvey.
“Traté de tocarlo, pero me gritó, así que llamé a su papá para verlo”, le dijo a Sun, una madre inglesa que vive en Essex. “Me estremecí, sudé y contuve las lágrimas”, recordó. Los padres del niño, sosteniendo una linterna para ver el “agujero”, corrieron a la sala de emergencias cercana, frustrados.
En el hospital, los paramédicos estaban listos para llevar a Harvey a un especialista hasta que una enfermera le mostró una linterna en la boca del bebé. “Después de mirarlo durante unos 30 segundos, dijo: ‘Esto es una calcomanía’”, le dijo a su madre, quien inicialmente negó el diagnóstico e insistió en que era un agujero.
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Pero la enfermera simplemente le dijo a Peggy Styles Sun que “le puso el dedo en la boca y le lamió el parche”, y agregó que el caso sucedió esta semana. La madre dijo que sonrió ante toda la situación y se sintió como un tonto con la enfermera que si no hubiera sido por la infección por el virus de la corona habría abrazado al profesional de la salud.
Fuente: revistaencontraste
