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Califican como “héroes de Alemania“ a 18 jóvenes enfermeros de El Salvador

Tras recibir una preparación previa en El Salvador, 18 jóvenes enfermeros partieron en diciembre pasado hacia Alemania con la esperanza de estar listos para enfrentar cualquier eventualidad; sin embargo, nada podría haberlos preparado para afrontar una pandemia mundial desde un país lejano, especialmente como encargados de cuidar a algunas de las personas más vulnerables ante el coronavirus: los ancianos.

Con edades entre 18 y 25 años, los jóvenes del proyecto piloto «Personal de enfermería de El Salvador», iniciado por la Embajada de El Salvador en Berlín, llegaron a Alemania para aliviar la falta de personal sanitario. Durante su preparación en El Salvador, recibieron clases tanto teóricas como prácticas, entre estas últimas se encuentra el cuidado de ancianos en los asilos, señaló la cadena estatal alemana Deutsche Welle (DW).

En una ciudad donde los enfermeros son subestimados en su remuneración, en comparación a los médicos, el medio relata que ahora el personal sanitario se han vuelto más indispensable que nunca, a tal grado de que ya son considerados como “héroes” en Alemania, por su labor en la batalla contra el COVID-19 en cuanto al cuidado y atención a los ancianos, que se encuentran tan vulnerables ante la enfermedad.

«En El Salvador nos prepararon para todo tipo de eventualidades. Qué pasa si no nos gusta la ciudad, si no nos adaptamos al clima frío, si queremos regresar. Pero nunca nadie pensó que ocurriría algo así, una pandemia que amenaza justamente al grupo de personas con el que trabajamos: los ancianos. Nadie nos hubiese podido preparar para esta situación tan extraordinaria», relató a la cadena DW Dennys Meléndez, de 21 años.

Meléndez trabaja en uno de los dos asilos de ancianos del grupo «Pro Senioren», en los que se distribuyeron a los jóvenes salvadoreños.

Por su parte, Katrin Eschenweck, que se encuentra encargada de uno de los asilos, asegura que las rutinas dentro de los hogares han cambiado debido a las medidas de restricción que se han colocado para prevenir los contagios, de los cuales asegura no hay ninguno hasta el momento dentro de ellos.

“Una consecuencia de esto es que desafortunadamente nuestros residentes tienen prohibido recibir visitas. Los jóvenes aprendices son de gran ayuda en este punto, no solo por su empatía con los residentes, sino también por su edad. Por ejemplo, ayudan a organizar llamadas de Skype para los residentes y sus familiares. Pero en general su trabajo es desde ya indispensable para nosotros», dijo Eschenweck a la DW.

En el caso de la joven enfermera Alejandra Nayara, pese a su preocupación por el estado de su familia en El Salvador, asegura ser consciente de que su actual responsabilidad son los ancianos que atiende en el asilo.

«A veces pienso que tendría que ir a casa para ver cómo está mi familia. Pero también sé que aquí me necesitan en el asilo y ya me he encariñado con varios de los residentes, no puedo dejarlos solos”, explicó Alejandra a la cadena, reiterando la enorme labor que tienen frente a ellos y lo cuidadosos que deben ser al tratar con los asilados.

«En el asilo todo es desinfectado cada 15 minutos, manillas de las puertas, mesas, sillas, ¡todo! Nosotros solo podemos trabajar con mascarillas y guantes. Pero esta nueva situación es particularmente difícil para los ancianos, a quienes ni siquiera se les permite ver a su familia. Si al final de la jornada noto que cada uno de ellos sonrió al menos una vez durante el día, me voy contenta a casa. Esa es nuestra misión ahora mismo: mantener la calma», añadió.

El jefe del proyecto en la escuela de capacitación, Helmut Riethmüller, resaltó precisamente la empatía que los jóvenes salvadoreños han logrado con los residentes de los hogares de ancianos.

«El potencial en América Latina todavía es muy poco conocido en Alemania. Hay muchas personas jóvenes y motivadas en la región que a menudo tienen afinidad con Europa, tienen una cultura muy similar y simpatía que es correspondida aquí. La crisis actual nos demuestra una vez más que se necesitan enfermeras y enfermeros más que nunca. Sin estos héroes del trabajo, ni un asilo de anciano ni un hospital podrían funcionar”, destacó en declaraciones a la DW.

Con edades entre 18 y 25 años, los jóvenes del proyecto piloto «Personal de enfermería de El Salvador», iniciado por la Embajada de El Salvador en Berlín, llegaron a Alemania para aliviar la falta de personal
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