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Los talibanes tienen ahora más helicópteros Black Hawk que el 85% de los países del mundo

Los talibanes tienen ahora más helicópteros Black Hawk que el 85% de los países del mundo

«Los talibanes tienen acceso ahora a equipamiento militar estadounidense valorado en más de 85.000 millones de dólares. Esto incluye 75.000 vehículos, más de 200 aeroplanos y helicópteros, más de 600.000 armas ligeras. Los talibanes tienen ahora más helicópteros Black Hawk que el 85% de los países del mundo». Con estas palabras el congresista republicano Jim Banks reprendía al Gobierno de Joe Biden por avanzar en el repliegue militar en Afganistán.

Y esta misma frase ha sido repetida por muchos políticos y activistas de la derecha más conservadora en España, como el portavoz en el Congreso y vicesecretario de Exteriores de Vox, Iván Espinosa de los Monteros, o el periodista y europarlamentario por la misma formación Hermann Tertsch. ¿Qué tiene de cierta esta afirmación? Estados Unidos ya reconoció, tras la toma de Kabul, que «una buena cantidad de armas» que habían sido destinadas para las fuerzas de seguridad afganas habían caído «en manos de los talibanes».

«No tenemos una imagen completa de dónde ha ido a parar cada artículo de material de defensa, pero la realidad es que buena parte ha caído en sus manos. Obviamente, no tenemos la sensación de que nos lo vayan a entregar», aseguró el asesor de Seguridad Nacional estadounidense, Jake Sullivan, en una rueda de prensa.

Con la salida de otros Ejércitos, como el británico, es de asumir que otros suministros militares quedan en suelo afgano. «Evidentemente llegamos [a Afganistán] con equipamiento», explicaba el secretario de Defensa británico, Ben Wallace. Londres tuvo que enfrentarse al reto de valorar cuánto tiempo necesitaba para sacar a los británicos y a los afganos que habían colaborado con ellos del país y cuánto material se podría sacar del país o, por el contrario, cuánto se quedaba en el terreno, «abandonado o destruido».

La semana pasada, los talibanes dieron la orden, a todos los exfuncionarios del Gobierno depuesto, de entregar todos los bienes y armas de servicio público al Emirato Islámico, en un plazo de una semana, amenazando con «procesar o dar tratamiento legal» a quien no cumpla esta orden.

El director del Programa para Contrarrestar Amenazas y Desafíos (CTCP) de la organización de análisis e investigación en seguridad estadounidense CNA, Jonathan Schroden, ha explicado que las cifras que se están manejando —material militar por valor de 85.000 millones de dólares— no son reales. «Este número es, según la Inspección General Especial para la Reconstrucción de Afganistán (SIGAR) [un organismo estadounidense que supervisa al Gobierno en la reconstrucción del país], la suma total de los fondos asignados (no todos los que se gastaron) para la reconstrucción de la seguridad (en su mayoría, las fuerzas de seguridad afganas) desde 2003», ha señalado.

De hecho, tal y como señala la SIGAR en su página web, el Gobierno estadounidense asignó cerca de 145.000 millones de dólares para ayuda y reconstrucción en el país desde 2002, de los cuales 88.610 millones iban destinados a seguridad —de los cuales, 4.600 millones se fueron para iniciativas antinarcóticos—. «Parte de ese dinero iba destinado a armas y equipamiento militar, pero un factor de coste importante para las fuerzas de seguridad afganas fueron los salarios: esto significa que una buena parte de esos 88.000 millones de dólares se disipó en forma de nóminas en la economía afgana (o fue robado a través de cuentas ‘offshore’ por parte de líderes corruptos de la seguridad de Afganistán)», señala.

«No se tiene una estimación sólida del nuevo arsenal en manos de los talibanes» Schroden, quien ha estado en numerosas ocasiones en Afganistán, añade que mucho de ese dinero «se gastó en mantenimiento de los equipos comprados y armas (que se hace normalmente a través de contratistas)». «Para ver una muestra del desglose de gastos, puedes consultar los presupuestos del Departamento de Defensa», añade.

«Además, gran cantidad del dinero también fue gastado en consumibles, como gasolina. Por último, muchas armas y equipos comprados por Estados Unidos fueron destruidos en el transcurso de los combates, mientras que otros fueron robados y vendidos en el mercado negro por miembros corruptos del Gobierno». ¿Quiere decir esto que no hay armamento militar estadounidense en manos de los talibanes? No, en absoluto.

Pero «si bien no se tiene una estimación sólida del nuevo arsenal en manos de los talibanes», Schroden se atreve a decir que «definitivamente no está valorado en 88.000 millones», sino que «probablemente» sea solo «una pequeña fracción» de esta cantidad. No obstante, las cifras van acompañadas, especialmente en los últimos días, de informaciones acerca del equipamiento militar que presuntamente haber caído en manos de los talibanes: 22.174 Humvees, 8.000 camiones, 634 vehículos militares tipo MIII7, 155 vehículos a prueba de minas de tipo MxxPro, 16.035 lentes de visión nocturna… De nuevo, no exactamente correctas.

«Veo infografías como ésta pululando por ahí que pretenden mostrar cuántas cosas han capturado los talibanes. Son inexactas. Por ejemplo: esta parece mostrar la suma total de los equipos que Estados Unidos suministró a las fuerzas de seguridad afganas», apunta Schroden, señalando que muchas de ellas ya no existen, bien por estar en mantenimiento fuera del país, bien por haber sido dadas de baja, bien porque sus pilotos escaparon del país ante el avance talibán.

«Como ejemplo, según la SIGAR, esta es la cantidad de aviones que había en realidad había en Afganistán a finales de junio», escribe, en un detallado hilo publicado en la red de ‘microblogging’ Twitter, mostrando una imagen oficial donde se ve el material de aviación disponible en esta fecha. Según la infografía a la que hace referencia, elaborada por ‘The Times’, del nuevo arsenal talibán forman parte, por ejemplo, cuatro aviones C-130, si bien ese es el total de aviones de este modelo autorizado en el país, donde en junio «solo había tres» y «uno de ellos estaba fuera del país por mantenimiento». Es decir, los talibanes solo podrían haberse hecho con dos.
¿Saben utilizar todo este material?

En este contexto, Schroden apunta a dos investigaciones que podrían estar más ‘ajustadas’ a la realidad: una, publicada por Stijn Mitzer y Joos Oliemans en un blog llamado ‘Oryx’, y otro, el elaborado por Vikas Pandey y Shadab Nazmi para la ‘BBC’, unos números mucho menores, ya que por ejemplo, dos docenas de helicópteros, incluidos MI-17, MI-25, Black Hawks y varios aviones de ataque ligero A-29 y C-208, han sido luego detectados, gracias a imágenes por satélite, en el aeropuerto Termez de Uzbekistán.

Presuntamente, sacados del país por los propios pilotos, que huyeron tras la caída de Kabul en manos de los talibanes y la orden de rendición del gobierno afgano. Ahora bien, ¿qué pasa si tienen todo este material? Según Schroden, los talibanes no saben cómo utilizar la mayor parte del equipamiento militar que han ‘secuestrado’: «No saben, por ejemplo, cómo pilotar un Black Hawk, o un C-130. Y es poco probable que lo averigüen. Podrían llegar a coaccionar o cooptar a un piloto afgano entrenado para hacerlo, pero de manera natural no van a saber cómo hacerlo».

Esto no quiere decir que no sean capaces de utilizar nada del material militar que ha quedado en sus manos: «Ya han demostrado que saben utilizar M-16,M-4 y otras armas ligeras, o dispositivos de visión nocturna, morteros y obuses D-30». Si bien algunos vehículos son fáciles de utilizar («Si yo fui capaz de conducir una vez un MRAP en Irak, cualquiera puede hacerlo», dice Schroden), para otros tendrán que buscar a alguien con experiencia, especialmente en lo que a aviones se refiere. «Los talibanes tienen un arsenal considerable, pero no vale 88.000 millones de dólares, no es tan grande como dice la gente, no pueden usarlo todo pero pueden usar mucho, y además pueden mantener la mayor parte», resume. «Ahora lucharán con aviones de fabricación estadounidense.

Pero incluso sin ellos, todavía son una fuerza mucho mejor equipada y más efectiva contra un adversario interno que no tiene poder aéreo. Esto les ayuda mucho. Lo que pueden usar lo usarán y lo que no, probablemente lo venderán», finaliza Schroden su explicación, no sin antes advertir de que dadas las redes de contrabando que existen en la región y las relaciones de los talibanes con muchos otros grupos terroristas de zonas próximas, «también es probable que veamos este material aparecer en Cachemira, el sudeste asiático, Oriente Próximo…».

Fuente: elconfidencial

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